PRESENTACIÓN DE LA EXPOSICIÓN DE JOSÉ ÁNGEL RODRÍGUEZ

El sueño y la mirada, exposición que se presenta en Austria, de José Ángel Rodríguez y Patricia Mota, fotógrafo y pintora respectivamente, incluye parte del registro fotográfico más representativo de este artista, cuyo corazón vino del Norte, pero sus ojos han posado su mirada por muchas partes del país, como un hombre del Sur. Sus fotos despiertan emociones, admiración al entender cómo un espíritu como el de Rodríguez nos conmueve, apasiona, impacta, entusiasma, en cada instante de inmovilidad eterna.

José Ángel ha ido recogiendo en su andar por México, en su peregrinaje hacia el Sur, hacia San Cristóbal de las Casas, una muestra del México indígena, ritual y cotidiano, imágenes que sólo un pintor, un poeta, un artista, nos podría haber hecho observar de distinto modo. Por eso, José Ángel nos ha hecho sentir y pensar lo mismo que él percibió, desde su visión estética y humana, al captar cada una de las fotografías de la serie editada en "Cazador de imágenes": Así, rescata lo hermoso de la marcha sobre caminos de tierra, amaneciendo, no sólo del paisaje, sino también de un pueblo rumbo a sus celebraciones; la mirada profunda, florecida de los indígenas, en medio de rezos, rodeados de alcatraces y flores de tierra fría; lo peculiar del carnaval nahua; esa voz de montaña elevando su canto junto a un manantial; la devota actitud de las visitadoras ante sus santos; los violines y coronas de flores que acompañan y magnifican una procesión rural; lo contrastante del sueño de un cactus al lado del mar; una red elevándose en el cielo desde las manos de los pescadores; la belleza plástica de un hombre del campo bañando a su hijo, tranquilos y desnudos, mientras el agua corre dejando sus reflejos en el río; la mujer que enseña candorosamente sus pechos mientras lava y los hombres pasan navegando en cayucos hacia sus labores; el beso infantil que nos remonta a un universo lejano que la foto recupera dentro de nosotros, para el recuerdo; el aroma del maíz en "Un momento de alivio" en el camino; la curación de un "Chamán triqui"; y para concluir esta parte de la muestra, la caída de agua "Donde nace la luz".

De su libro "Vidas ceremoniales", José Ángel nos muestra: lo auténtico en un "Borrado cora"; la muerte y el amor en un instante único entre dos seres; una mujer que siembra parte de su vida; los rostros de los personajes que le salen a uno al paso en cualquier rincón de México como los "Pequeños apóstoles" o el "Retrato de un niño cora", "A orillas del Tulijá", "Al río Jataté", "Teñidoras", "Papaloteando" y "Cabecita de barro", el ángulo que sólo puede venir de una visión del mundo que se hermana con aquellos a los que retrata, que admira, que respeta su dignidad, entiende su problemática y conoce su pobreza, su dolor, pero también sus valores y alegría de vivir; las calles e imágenes de México como en la fotografía "Fundación de Tenochtitlán", que dice tanto de la visión del fotógrafo de encontrar el acercamiento adecuado, en el instante preciso, pleno de significados; de lo profundamente ritual y enigmático de nuestras tradiciones como en las fotos: "Cantador huichol con sus peyoteros", "Danzante", "El patio del Alferez" e "Invocación para el día de muertos".

La obra de arte, como en la civilización mesoamericana, recordando las palabras de Octavio Paz, no es "un fin en sí mismo sino un puente o un talismán. Puente: la obra de arte que nos lleva del aquí de ahora a un allá de otro tiempo. Talismán: la obra cambia la realidad que vemos por otra…La obra de arte es un medio, un agente de transmisión de fuerzas y poderes sagrados, otros. La función del arte es abrirnos las puertas que dan al otro lado de la realidad". Los ojos de José Ángel Rodríguez han escogido lugares donde perviven las distintas culturas de México, tan ricas en su diversidad lingüística, étnica y geográfica pero que mantienen elementos comunes de civilización. José ángel los muestra a nuestros ojos con su estilo propio que hace que deseemos observar esas fotos muchas veces, quizá en un lugar especial de nuestra casa, que queramos tenerlos en una parte donde nuestro corazón guarda sus recuerdos. El trabajo fotográfico lo conforman imágenes que José Ángel ha ido grabando como si quisiera registrar aquello que siendo parte nuestra historia reciente, "no consta en actas", como si quisiera mostrarnos con la claridad de su pensamiento que esos rostros y paisajes son de todos, que el aroma de las flores y del incienso que nos trasmite visualmente, puede hacernos partícipe de ritos, tradiciones y manifestaciones culturales de los indígenas de Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Nayarit, Durango, Jalisco y Puebla, puede hacernos cruzar el puente hacia otro tiempo, un tiempo mejor que todavía no está perdido, que es parte de esta obra de la que México se enorgullece, Austria enseña y Chiapas pervive en ella y agradece.

MARISA TREJO SIRVENT
BERRIOZABAL, CHIAPAS
AGOSTO DE 2005